Nami cada vez que está tan cachonda, que necesita de una polla, no lo piensa dos veces y toma el asunto por sus propias manos. No se va a quedar con las ganas, al contrario, va a hacer o que sea necesario para poder sacarse esa calentura que la vuelve tan loca. Esta vez secuestró a un chico grande del bar, lo ato para poder abusar y usar su enorme polla como se le plazca. Mira lo bien que la pasa dominando a sus víctimas para poder aliviar esa excitación tan grande que tiene.